miércoles, 18 de julio de 2007

Escultura de libre entrada: Espejismos de Leonardo Nierman


Por Luis Moctezuma

El destello que se percibe al pasar frente a Plaza Juárez es una conjugación de todos los reflejos luminosos que producen en conjunto los elementos de “Espejismos”. Esta colección de esculturas reflejantes se encuentra desde el 21 de Marzo y estaba planeada para retirarse el 21 de mayo pero aún sigue ahí.
Con un trabajo hecho por completo en acero inoxidable, la exposición de Leonardo Nierman deslumbra al espectador (en horas soleadas principalmente). El material elegido permite que el público se vea como parte de la escultura en una especie de casa de espejos; la curvatura del metal permite diferentes ángulos de refracción. Las formas que componen obras como “Vuelo” o “Flama olímpica” se ven acompañadas por el paso de los visitantes y cada uno de sus movimientos.
Los temas recurrentes son dos: fuego y vuelo. No por esto son los únicos, en esta exposición también se encuentran representantes del pasado musical del autor como Concierto que muestra un violín de forma rígida. En ambos casos (imágenes de vuelo y de llamas) la disposición de los elementos conduce siempre hacia arriba; la dirección del fuego es la misma que la de las aves: el sol. Un elemento de gran importancia para la apreciación de Espejismos es el reflejo solar, los espejismos estarán ahí con o sin él pero en su presencia adquieren una presencia imponente.
Uno de los errores en el montaje de “Espejismos” es la disposición de las esculturas. Mientas la mayor parte de las obras se encuentra en espacio abierto y libre de captar los rayos solares que requiere para impactar al espectador, algunas como la flama eterna se encuentran colocadas en un rincón donde sí reciben luz solar, pero no con la misma intensidad que las otras, esto puede pasar inadvertido en algunas horas del día pero por la tarde la iluminación ya es pobre en comparación con la esculturas que le rodean.
Aparentemente Espejismos continuará por mucho tiempo (ya superó casi dos meses su fecha de cierre inicial) pero vale la pena visitarla y mientras menos tiempo pase será más seguro que siga ahí. Para fortuna de los interesados en esta exposición la entrada es gratuita.

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