
Por Fabiola Araiza
En el cielo se miraba un azul intenso con pequeños destellos de sol y un viento suave que anunciaba el inicio del verano. El desfile de actores, cantantes y conductores advertía una jornada normal de trabajo en las instalaciones de TV Azteca. Era poco más de medio día y la espera había iniciado, todo apuntaba al próximo arribo de mi entrevistado. Los nervios, la emoción y la alegría se hacían nudos en mi estomago, de pronto, el momento llegó. Por las escaleras de concreto bajaba un hombre alto con unas gafas grandes y oscuras, de tras de ellas se veían un par de brillos castaños y una sonrisa enamoradora, coqueta y tímida.
Sin lugar a dudas era Fernando del Solar, la comodidad que reflejaba en sus jeans azules y su camisa negra un poco desabotonada, permitían ver un atlético cuerpo bronceado de 1.84 mts. de altura. Me acerqué, lo salude y le comente lo de la entrevista, él sonrió y dijo con su suave y vivaz acento argentino “claro, vamos a sentarnos por aquí” mientras señalaba un jardinera cercana.
La clara luz, dejaba ver algunas de las blancas y prematuras huellas que el tiempo había dejado sobre la negrura de su cabello. Todo un hombre maduro, y nacionalizado en México “ya somos paisanos, cumplo las leyes y pago mis impuestos”. Fernando, nació el 05 de abril de 1973, en Buenos Aires, Argentina. Amante del deporte extremo y fanático del fut boll, sus equipos de batalla: el Cruz Azul y el Boca Juniors. Católico agradecido con Dios, es “en quien confío plenamente y me guía a cada paso que doy”.
A sus 19 años, estudió en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático en Argentina, pero ¿qué había antes de la actuación? “Soy técnico electrónico, y estaba estudiando en el último semestre de mi carrera, había una materia que se llamaba historia del arte. El profesor que daba la materia daba clases de actuación de manera amateur con un grupo de chavos. Un día nos dijo: “el que quiera ir es bienvenido doy clases los martes y los jueves”, yo ya estaba un poco cansado de las matemáticas, la física, la química y la electrónica, así que decidí tomar clases a ver qué onda y me gustó, ¡me gustó!”.
Mientras transitaban diversas figuras del medio artístico a nuestro alrededor, y sin quitar de su rostro una amable sonrisa, suspiro y comenzó a platicar su experiencia a partir de 1992, cuando se dedicó a estudiar actuación y a realizar trabajos como modelo y actor en televisión, teatro y publicidad televisiva en Argentina, Estados Unidos, El Salvador y Puerto Rico. “A los 17 empecé con todo esto y ya llevo casi la mitad de mi vida”
Su espíritu aventurero es lo que lo trajo a México “vine a pasear y ya me quede, vine de vacaciones, sabia que existía mucha televisión y que podía ser una buena plataforma para mí laboralmente y me traje mi portafolio de fotos y los videos de cosas que había hecho en Argentina. Mientras me fui a pasear deje en una agencia de modelos mi material y cuando regresé me dicen: “oye tienes buen tipo por qué no te quedas a probar, a ver que onda”; y bueno a un principio pensé en trabajar unos dos o tres meses mientras recuperaba toda la lana que me gaste en estas vacaciones y luego me regreso, pero ya no me regresé.” Soltó una carcajada y volteó a saludar a su compañera Ingrid Coronado.
Ya en México, decidió seguir superándose y continúo estudiando en el taller de Actuación de Televisa, y posteriormente en el Centro de formación Actoral “TV Azteca”. Gracias a la simpatía con la que cuenta y la facilidad para la comedía, ha participado en diversas obras teatrales una de ellas fue “Don Juan Tenorio”, en el 2003, su participación más reciente en cine fue en el largometraje “Don de Dios”.
El viento comenzó a soplar suavemente, su camisa un poco desabotonada se comenzó a abrir más, lo que dejaba ver un pecho musculoso, bronceado con abundante vello. Fer, como le dicen de cariño sus compañeros y amigos, aun siendo actor, su máximo logro lo ha obtenido en la conducción dado que, como el mismo señaló, la vida lo ha llevado hacia la conducción, “toda mi preparación ha sido como actor, pero de alguna manera cada programa que hacia a la gente le gustaba más”.
Es un hombre sencillo, carismático y atractivo. Hoy, es uno de los conductores más queridos por el público televisivo, con una sonrisa coqueta en su rostro dijo, se siente “bien chingón cuando te dicen que te quieren es bien bonito, pero tampoco te puedes dejar llevar por todo eso y tampoco eres el mejor cuando te dicen que eres muy bueno ni eres el peor cuando te dicen que eres muy malo. Hay gente o personas que empiezan en este medio porque su meta es ser famosos, y creo que están equivocados tienen que empezar porque es lo que les gusta hacer y luego la fama viene por añadidura”.
Actualmente conduce junto con Ingrid Coronado el programa matutino de TV Azteca “Venga la alegría”. Sus planes a futuro además de formar una familia “es seguir divirtiéndome, me gusta mucho lo que hago, me gusta que me paguen por divertirme, el día que me aburra pues ya veré lo que hago”.
Miro a su asistente quien le indicó que su auto estaba listo, suspiro hondamente y se despidió, soltó un par de besos para luego emprender su camino rumbo a su auto. La entrevista había terminado.
En el cielo se miraba un azul intenso con pequeños destellos de sol y un viento suave que anunciaba el inicio del verano. El desfile de actores, cantantes y conductores advertía una jornada normal de trabajo en las instalaciones de TV Azteca. Era poco más de medio día y la espera había iniciado, todo apuntaba al próximo arribo de mi entrevistado. Los nervios, la emoción y la alegría se hacían nudos en mi estomago, de pronto, el momento llegó. Por las escaleras de concreto bajaba un hombre alto con unas gafas grandes y oscuras, de tras de ellas se veían un par de brillos castaños y una sonrisa enamoradora, coqueta y tímida.
Sin lugar a dudas era Fernando del Solar, la comodidad que reflejaba en sus jeans azules y su camisa negra un poco desabotonada, permitían ver un atlético cuerpo bronceado de 1.84 mts. de altura. Me acerqué, lo salude y le comente lo de la entrevista, él sonrió y dijo con su suave y vivaz acento argentino “claro, vamos a sentarnos por aquí” mientras señalaba un jardinera cercana.
La clara luz, dejaba ver algunas de las blancas y prematuras huellas que el tiempo había dejado sobre la negrura de su cabello. Todo un hombre maduro, y nacionalizado en México “ya somos paisanos, cumplo las leyes y pago mis impuestos”. Fernando, nació el 05 de abril de 1973, en Buenos Aires, Argentina. Amante del deporte extremo y fanático del fut boll, sus equipos de batalla: el Cruz Azul y el Boca Juniors. Católico agradecido con Dios, es “en quien confío plenamente y me guía a cada paso que doy”.
A sus 19 años, estudió en el Conservatorio Nacional de Arte Dramático en Argentina, pero ¿qué había antes de la actuación? “Soy técnico electrónico, y estaba estudiando en el último semestre de mi carrera, había una materia que se llamaba historia del arte. El profesor que daba la materia daba clases de actuación de manera amateur con un grupo de chavos. Un día nos dijo: “el que quiera ir es bienvenido doy clases los martes y los jueves”, yo ya estaba un poco cansado de las matemáticas, la física, la química y la electrónica, así que decidí tomar clases a ver qué onda y me gustó, ¡me gustó!”.
Mientras transitaban diversas figuras del medio artístico a nuestro alrededor, y sin quitar de su rostro una amable sonrisa, suspiro y comenzó a platicar su experiencia a partir de 1992, cuando se dedicó a estudiar actuación y a realizar trabajos como modelo y actor en televisión, teatro y publicidad televisiva en Argentina, Estados Unidos, El Salvador y Puerto Rico. “A los 17 empecé con todo esto y ya llevo casi la mitad de mi vida”
Su espíritu aventurero es lo que lo trajo a México “vine a pasear y ya me quede, vine de vacaciones, sabia que existía mucha televisión y que podía ser una buena plataforma para mí laboralmente y me traje mi portafolio de fotos y los videos de cosas que había hecho en Argentina. Mientras me fui a pasear deje en una agencia de modelos mi material y cuando regresé me dicen: “oye tienes buen tipo por qué no te quedas a probar, a ver que onda”; y bueno a un principio pensé en trabajar unos dos o tres meses mientras recuperaba toda la lana que me gaste en estas vacaciones y luego me regreso, pero ya no me regresé.” Soltó una carcajada y volteó a saludar a su compañera Ingrid Coronado.
Ya en México, decidió seguir superándose y continúo estudiando en el taller de Actuación de Televisa, y posteriormente en el Centro de formación Actoral “TV Azteca”. Gracias a la simpatía con la que cuenta y la facilidad para la comedía, ha participado en diversas obras teatrales una de ellas fue “Don Juan Tenorio”, en el 2003, su participación más reciente en cine fue en el largometraje “Don de Dios”.
El viento comenzó a soplar suavemente, su camisa un poco desabotonada se comenzó a abrir más, lo que dejaba ver un pecho musculoso, bronceado con abundante vello. Fer, como le dicen de cariño sus compañeros y amigos, aun siendo actor, su máximo logro lo ha obtenido en la conducción dado que, como el mismo señaló, la vida lo ha llevado hacia la conducción, “toda mi preparación ha sido como actor, pero de alguna manera cada programa que hacia a la gente le gustaba más”.
Es un hombre sencillo, carismático y atractivo. Hoy, es uno de los conductores más queridos por el público televisivo, con una sonrisa coqueta en su rostro dijo, se siente “bien chingón cuando te dicen que te quieren es bien bonito, pero tampoco te puedes dejar llevar por todo eso y tampoco eres el mejor cuando te dicen que eres muy bueno ni eres el peor cuando te dicen que eres muy malo. Hay gente o personas que empiezan en este medio porque su meta es ser famosos, y creo que están equivocados tienen que empezar porque es lo que les gusta hacer y luego la fama viene por añadidura”.
Actualmente conduce junto con Ingrid Coronado el programa matutino de TV Azteca “Venga la alegría”. Sus planes a futuro además de formar una familia “es seguir divirtiéndome, me gusta mucho lo que hago, me gusta que me paguen por divertirme, el día que me aburra pues ya veré lo que hago”.
Miro a su asistente quien le indicó que su auto estaba listo, suspiro hondamente y se despidió, soltó un par de besos para luego emprender su camino rumbo a su auto. La entrevista había terminado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario